Si vive con diabetes, el cuidado diario de los pies no es solo una recomendación: es una parte crucial para prevenir complicaciones graves. Pero cuando se trata de inspeccionar las plantas de los pies, los problemas de movilidad o flexibilidad pueden dificultar la detección temprana de signos de lesión, infección o cambios en la piel. Ahí es donde una herramienta sencilla puede marcar una gran diferencia: un espejo. En esta publicación, explicaremos cómo usar un espejo de manera efectiva como parte de su rutina de cuidado de los pies y por qué es un hábito fácil pero poderoso de desarrollar para su salud a largo plazo.
Acerca del pie diabético
Aproximadamente 50% de las personas con diabetes sufren algún tipo de daño a los nervios, con mayor frecuencia en los pies y las piernas. En los casos más extremos, alrededor del 20%, las infecciones moderadas o graves del pie diabético provocan amputaciones de las extremidades inferiores.
Para algunos, el daño a los nervios se traduce en entumecimiento, hormigueo o dolor. Sin embargo, aunque parezca extraño, el dolor es la mejor opción: es la forma que tiene el cuerpo de avisar que algo no está bien. Si no se tratan a tiempo, las lesiones pueden volverse muy graves.
Cuidado del pie diabético: ¿qué tienen que ver los espejos?
Para aquellos que, por el contrario, no pueden sentir dolor, la cosa se vuelve más complicada. No sentirlo puede hacer que se pasen por alto heridas, es decir, cortes, ampollas o úlceras (llagas abiertas), que podrían infectarse. Además, los vasos sanguíneos dañados pueden provocar una mala circulación, lo que podría provocar una infección.
Este es el caso de los pacientes que necesitan una amputación. Es posible que no se hubieran dado cuenta de que se estaba produciendo una infección y, por lo tanto, desarrollaron gangrena (tejido muerto), lo que obligó a amputar la extremidad.
Las complicaciones del pie diabético pueden desarrollarse rápidamente y provocar problemas graves si no se tratan adecuadamente, lo que hace que el cuidado personal de rutina sea esencial para cualquier persona que viva con diabetes. Las inspecciones diarias de los pies con un espejo, una higiene adecuada y el uso de calzado de apoyo pueden ayudar a prevenir infecciones, úlceras y daños a largo plazo. La detección temprana de cambios, como enrojecimiento, hinchazón o cortes, puede marcar una diferencia significativa en la prevención de complicaciones. Al incorporar el cuidado de los pies a su rutina diaria y trabajar en estrecha colaboración con su proveedor de atención médica, puede proteger sus pies y mantener un estilo de vida más saludable y activo.
Más vale prevenir que curar
El cuidado del pie diabético es fundamental. Siguiendo una sencilla rutina preventiva para controlar su pie, podrá ahorrarse más que un dolor de cabeza.
- Su rutina comienza lavando y secando bien sus pies. Y ahora, el espejo es su mejor amigo. A continuación, debe inspeccionar de cerca las plantas con un espejo, lo que ayudará a identificar problemas.
- Los zapatos deben quedar perfectamente. Un buen calzado ofrece espacio adicional, amortiguación y apoyo. Como resultado, protegen contra las complicaciones de la neuropatía y la mala circulación que pueden hacer que los pies diabéticos sean más vulnerables a las lesiones.
- Use calcetines cómodos .
- Cortar las uñas de los pies semanalmente puede ayudar a prevenir la aparición de uñas encarnadas.
- La monitorización podológica puede ser de gran ayuda en el tratamiento del pie diabético.
- Por supuesto, es imprescindible controlar los niveles de azúcar en sangre de forma regular con la ayuda de un profesional de la salud.
Si ha estado lidiando con diabetes, le recomendamos que se comunique con nuestro equipo de expertos en Prestige Medical Care en Phoenix, Arizona.